Hace dos años me anime a sacarme la certificación europea con la finalidad de obtener una titulación que diera un poco de crédito al trabajo que llevo realizando desde hace unos años. De alguna manera me daba la sensación de que pasar este examen era una especie de control de calidad o dicho de otra forma igualar mis prácticas y conocimientos a unos estándares establecidos.
El mundo de la arboricultura esta en constante evolución, tanto en técnicas de trepa, materiales y conocimientos sobre los árboles. A lo mejor éste último punto es el que más lento evoluciona o mejor dicho, el que enseña los resultados a más largo plazo. Los grandes investigadores como Shigo, Mattheck, Raimbault, que después de muchos años de investigación han podido llegar a conclusiones como: codit, punto de corte correcto, zonas de almacenamiento de reservas, madera de reacción, estructura arbórea …
Y cuando me refiero a Conclusiones me refiero a esas cosas que nos hemos tenido que estudiar para certificarnos y poder aprobar: Corte correcto, no dañar el collar de la rama, no eliminar yemas apicales, trabajar con salvacambium, correcta evaluación del árbol a podar, trabajar seguro, motosierra con dos manos, etc, …
Conseguir tener una titulación reconocida en todo el país y apoyada por la EAC y la ISA es la mejor herramienta de la que podemos disponer para diferenciarnos de “los que también podan”. Llegará el día en que los ayuntamientos y otras instituciones estarán obligados a emplear a gente titulada especializada. Las normativas de prevención de riesgo también son cada vez más exigentes y estos factores nos benefician …
Y ahora entro en la parte más delicada, que es por la cual he decidido escribir este artículo. Nuestro trabajo tiene una gran parte de responsabilidad ética y moral (en la web de la AEA bajo el apartado de porque contratar un arboricultor, también se hace referencia a este aspecto). Obviamente todos tenemos que llegar a final de mes, pero a veces es mejor cambiar de trabajo antes que venderse como persona. Hay cosas que son súper perjudiciales para todo el colectivo de podadores que intentamos llevar a cabo buenas prácticas, tanto de seguridad como de buen trato a los árboles. Os citaré un ejemplo que lo aclara todo:
Hace un tiempo fui a un pueblo a realizar unos trabajos, el señor que me contrató me pidió que le podara sus pinos igual que como se los habían podado a su vecino. Lamentablemente los pinos de su vecino habían sido mutilados de tal manera que en un plazo de 5-10 años habrá que proceder a su tala, si es que no se han caído hasta entonces. Así que me tuve que negar a realizar el trabajo, pero lo más grave de la experiencia es que ese trabajo lo habían hecho podadores certificados y yo tuve que decirle a mi cliente que la gente que había realizado esos trabajos no tenían ni idea de árboles.
Si tuviéramos que dar garantías de los árboles que podamos (como en otros países europeos con dos años de garantía y responsabilidades ) nos pensaríamos muy bien lo que hacemos y lo que dejamos de hacer. Pensad que nuestros clientes pocas veces saben algo de árboles y los que tenemos que guiarlos somos nosotros. Si al llamar a un especialista no hay ninguna diferencia en el resultado de los trabajos realizados, esta claro a quien van a llamar la próxima vez !!
Estaría bien que todos meditáramos un poco de la repercusión que tienen nuestras actuaciones, ya que excusas tontas como (... si no lo hago yo lo hará otro), pienso que no son suficientes. Grimpacat y sus socios se tiene que diferenciar por sus buenas actuaciones y buenas prácticas ya que sino no sirve de nada estar asociado.
Ánimo, que nos queda mucho trabajo por delante.
Eric Buchli (16/3/08)
El mundo de la arboricultura esta en constante evolución, tanto en técnicas de trepa, materiales y conocimientos sobre los árboles. A lo mejor éste último punto es el que más lento evoluciona o mejor dicho, el que enseña los resultados a más largo plazo. Los grandes investigadores como Shigo, Mattheck, Raimbault, que después de muchos años de investigación han podido llegar a conclusiones como: codit, punto de corte correcto, zonas de almacenamiento de reservas, madera de reacción, estructura arbórea …
Y cuando me refiero a Conclusiones me refiero a esas cosas que nos hemos tenido que estudiar para certificarnos y poder aprobar: Corte correcto, no dañar el collar de la rama, no eliminar yemas apicales, trabajar con salvacambium, correcta evaluación del árbol a podar, trabajar seguro, motosierra con dos manos, etc, …
Conseguir tener una titulación reconocida en todo el país y apoyada por la EAC y la ISA es la mejor herramienta de la que podemos disponer para diferenciarnos de “los que también podan”. Llegará el día en que los ayuntamientos y otras instituciones estarán obligados a emplear a gente titulada especializada. Las normativas de prevención de riesgo también son cada vez más exigentes y estos factores nos benefician …
Y ahora entro en la parte más delicada, que es por la cual he decidido escribir este artículo. Nuestro trabajo tiene una gran parte de responsabilidad ética y moral (en la web de la AEA bajo el apartado de porque contratar un arboricultor, también se hace referencia a este aspecto). Obviamente todos tenemos que llegar a final de mes, pero a veces es mejor cambiar de trabajo antes que venderse como persona. Hay cosas que son súper perjudiciales para todo el colectivo de podadores que intentamos llevar a cabo buenas prácticas, tanto de seguridad como de buen trato a los árboles. Os citaré un ejemplo que lo aclara todo:
Hace un tiempo fui a un pueblo a realizar unos trabajos, el señor que me contrató me pidió que le podara sus pinos igual que como se los habían podado a su vecino. Lamentablemente los pinos de su vecino habían sido mutilados de tal manera que en un plazo de 5-10 años habrá que proceder a su tala, si es que no se han caído hasta entonces. Así que me tuve que negar a realizar el trabajo, pero lo más grave de la experiencia es que ese trabajo lo habían hecho podadores certificados y yo tuve que decirle a mi cliente que la gente que había realizado esos trabajos no tenían ni idea de árboles.
Si tuviéramos que dar garantías de los árboles que podamos (como en otros países europeos con dos años de garantía y responsabilidades ) nos pensaríamos muy bien lo que hacemos y lo que dejamos de hacer. Pensad que nuestros clientes pocas veces saben algo de árboles y los que tenemos que guiarlos somos nosotros. Si al llamar a un especialista no hay ninguna diferencia en el resultado de los trabajos realizados, esta claro a quien van a llamar la próxima vez !!
Estaría bien que todos meditáramos un poco de la repercusión que tienen nuestras actuaciones, ya que excusas tontas como (... si no lo hago yo lo hará otro), pienso que no son suficientes. Grimpacat y sus socios se tiene que diferenciar por sus buenas actuaciones y buenas prácticas ya que sino no sirve de nada estar asociado.
Ánimo, que nos queda mucho trabajo por delante.
Eric Buchli (16/3/08)
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